La Difranco ha sacado otro disco. A mí este tipo de acontecimientos me inquieta un poco: ¿y si tú estás escuchando una de sus canciones tan tranquila y de repente una de sus frases se te queda de okupa entre el bazo, los pulmones y otras vísceras blandas, y te desbarata el sistema linfático, por ejemplo? Podría suceder. Podría repetirse lo de So what,
...quién eres ahora
y quién eras entonces
que pensaste que de algún modo
podrías simplemente pretender
que serías capaz de resolver
la aritmética del arrepentimiento
así que hacen falta dos cervezas ahora para recordar
y cinco para olvidar
que te quise tanto,
te quise, y qué...
o quizá haya una canción tan triste como You had time, o una perfecta como Shy y el desbarajuste sea aún mayor, una nunca sabe...
Bueno, ayer me sometí a la prueba. Escuché Knuckle down y he salido indemne. No sé si alegrarme o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario